26 de agosto de 2008

ZAPATOS VIEJOS


Quién lo diría!, este par de añosos
enamorados, siguen compartiendo la vida,
en las buenas y en las malas, y . . . hoy,
festejan sus 50 años de matrimonio.­
Ellos manifiestan: - hay que sentirse diariamente como los zapatos viejos,
pues ambos se necesitan.­
Y así, en plenitud, se comparte la diaria
amistad, el dolor, la mutua comprensión de
saber perdonar, aunque a veces, no se puede olvidar.­
Así, amoldados en su andar cotidiano,
ya chuecos, gastados, desteñidos, de fuerzas
perdidas, por su sequedad, ellos, fuerte chirrían
La sociedad toda, los trata a los viejos
como vulgares chancletas.­
Algunos perdieron las trenzas de sus cabellos,
pero aumentaron la sabiduría de vida,
su amor hacia el ser querido, claro, aquellos
que aun los tienen, sus familiares lo gozan en plenitud.
Su andar diario va pasando cansino,
Parsimoniosamente, chancleteándole a la vida.
Hasta que el destino fijado los lleve a
estos viejos zapatos de la tercera edad,
festejantes, de medio siglo de vivir juntos.
Aprendamos de ellos, de sus éxitos y fracasos,
Este es su secreto, perdonarse, vivamos felices.
En su largo transitar de esta corta vida,
cambiaron tacos y mediasuelas, jamás,
cambiaron sus pasos de amor.­
Cada día plagado de besos y sonrisas. entre lloros y suspiros,
conviven en su nido de amor.­

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